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Es muy importante prestar atención a los desperfectos de una vivienda al momento de establecer su venta o alquiler, porque esos detalles podrían reducir su valor de mercado. De manera que, lo ideal es identificarlos y corregirlos a tiempo, ¿te gustaría saber cuáles son? A continuación te explicamos los desperfectos más comunes en una vivienda.

Los desperfectos más comunes en una vivienda

¿Cómo se puede identificar los desperfectos de una vivienda? ¿Qué tanto afectan éstos el precio de venta o alquiler? Existen varios problemas que pueden afectar la estructura de una casa, los más comunes se conocen como daños superficiales. Los mismos se presentan en distintos lugares del inmueble y, en conjunto le restan valía a la propiedad.

¿Por qué aparecen éstos desperfectos? En la mayoría de los casos se debe a la falta de mantenimiento. Por eso, se recomienda estar atentos a cualquier señal que represente la aparición de algunos de ellos y reparar de inmediato. De ésta manera, no habrá dificultades a la hora de negociar el precio. 

Las reparaciones preventivas ayudan a mantener en buenas condiciones el inmueble, esto a su vez evita que la vivienda se deprecie. De allí que, si estás buscando vender una propiedad, es necesario que conozcas los problemas más frecuentes que perjudican su estructura, haciendo que pierda valor.

Paredes con humedad

Uno de los factores que mayormente condicionan el precio de una casa, tiene que ver con el aspecto en el que se encuentran las paredes, sobre todo si hay rastros de humedad. Esto significa una cosa, que en la vivienda hay alguna filtración en las tuberías.

La persona interesada en comprar se fija muy bien en el estado de la vivienda, y al notar un desperfecto de esa magnitud, sabe que tendrá que gastar un dinero extra para descubrir la filtración, corregirla y pintar de nuevo las paredes. A todo esto hay que sumarle el costo de la mano de obra. 

Sin importar la zona donde esté ubicada la casa, al presentar humedad en las paredes, afectará las negociaciones y su valor se verá reducido. Por eso, es vital mantener en buenas condiciones la vivienda, de manera que a simple vista le resulte atractiva para el comprador. 

Ventanas rotas, grietas en las paredes y pintura rayada

Las ventanas rotas no pasan desapercibidas cuando un potencial comprador inspecciona una vivienda con la intención de adquirirla. Sin dudas, es un desperfecto tan negativo que le resta vistosidad a la fachada del inmueble. Es aconsejable realizar las reparaciones cuanto antes para no dar una mala impresión.

Otro desperfecto muy común en las viviendas son las grietas en las paredes, generalmente se presentan en propiedades que tienen muchos años construidas. Sin embargo, en algunas construcciones recientes también se pueden observar, sobre todo mientras los materiales van asentándose con el tiempo.

Las paredes rayadas, con marcas o con la pintura opaca y sin brillo, es muestra de descuido en el mantenimiento, es un aspecto esencial en el que los compradores se fijan y, el cual puede influir de manera determinante en las negociaciones. Es preciso que estén en óptimas condiciones para dar una buena impresión. 

De acuerdo con lo que recomiendan algunos expertos en asesoramiento  inmobiliario, éstos desperfectos impactan de forma negativa sobre el precio o valor de una propiedad. Por eso recomiendan resolverlos mucho antes de ofrecer la vivienda a la venta.

Pared agrietada

Interior desordenado y estado de la decoración

La primera impresión es la que vale”, así dice un viejo refrán que también aplica a la venta de un inmueble. Por eso es muy importante que no haya desorden en el interior de la casa cuando un posible comprador pasa a hacer el recorrido. Porque un mobiliario roto o poco organizado fácilmente puede ahuyentar al cliente.

De igual manera, el estado de la decoración influye mucho a la vista y en el juicio de quien busca comprar una vivienda. Para no dar una mala impresión, es preciso que las cortinas, las alfombras y otros elementos que forman parte del decorado, estén en buen estado.

En este sentido, los agentes inmobiliarios aconsejan efectuar un mantenimiento previo a todo el conjunto que da vida a la decoración de la casa. Revisar los baños, la cocina y los desagües, para evitar los malos olores en el ambiente que podrían convertirse en una mala experiencia para quien tiene la intención de comprar la casa.

Por otra parte, en lo que tiene que ver con el mobiliario, lo mejor es retirarlo al momento de realizar la visita. Así no hay riesgos de que se pueda observar algún tipo de desorden, al mismo tiempo se evita causar una mala impresión, que a la larga terminaría reduciendo el valor de la propiedad.

Áreas verdes abandonadas

Actualmente existe una marcada tendencia en la búsqueda de viviendas, donde la mayoría de las personas prefieren casas con espacios verdes, buena luz y plantas naturales que generen un ambiente fresco y relajante. Por eso las áreas verdes de una vivienda pueden ser el principal atractivo que despierte el interés del comprador.

Ésa vista se puede apreciar en los avisos de venta, pero en muchas ocasiones cuando el cliente llega a la vivienda atraído por los espacios verdes, se consigue con una realidad distinta a la que vio en la foto. Al observar las áreas verdes abandonadas se desilusiona, incluso puede que desista de la compra. O, en su defecto, podría regatear el precio de venta del inmueble.

¡No permitas que su vivienda pierda valor!

Todos los desperfectos en una vivienda, se pueden corregir y evitar que el deterioro se vuelva tan grande que afecte el valor de la propiedad. Para lograrlo es preciso efectuar un mantenimiento programado y constante, especialmente si está pensando venderla en poco tiempo. 

Además de las respectivas reparaciones, otra cosa que puede ayudarle a conseguir un buen precio por su vivienda, es la asesoría con expertos en venta de inmuebles. Puede consultar con alguna agencia confiable y seguir sus recomendaciones, las cuales de seguro le van a favorecer en gran manera.

 

 


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